Páginas

05 abril, 2007

La Soledad

Todos mis hijos ya se han independizado y yo ya vivo plenamente mi nueva etapa de la soledad. Confieso que al principio da algo de miedo vivir sola... "verte" sola, sobre todo cuando toda la vida he estado conviviendo con tanta gente; c on tantos hijos.

Es curioso como el silencio resulta algo tan extraño y molesto al principio. De todas maneras, mi naturaleza es más bien solitaria o digamos que siempre he necesitado retirarme del "mundanal ruído" a menudo.

Yo acepto esta etapa de vivir sola y la disfruto también pero tengo muy claro que no quiero "acabar" sola, viendo cómo se va estrechando el círculo de mi vida hasta que quepa en un agujero y me entierren.

Las madres suelen estar toda la vida pendientes de sus hijos; dependientes de su afecto: no quiero eso.

Tampoco quiero ser succionada por esta sociedad y entrar en la vorágine del dios dinero; girando alrededor del tengo/no tengo/necesito/me falta...


La soledad no es sólamente "carencia de compañía" como pone en el diccionario.


La otra cara de la soledad se escribe con mayúscula y esta Soledad te lleva de la mano a que te encuentres con el Silencio y éste, a su vez, te llevará de la mano a que te encuentres contigo mismo; con tu Ser esencial, que ha estado ahí tanto tiempo esperando despiertes y le atiendas.


Pero estas sociedades modernas sienten pánico al Silencio y a la Soledad. El ruido que les envuelve es ensordecedor y la televisión se encarga de llenar todos los espacios y tiempos -todos los huecos- para que no se dé la posibilidad de encontrarte sólo contigo mismo ni un minuto.


Superar esa primera etapa de pánico -"¡estoy sola!"- te lleva a que los miedos infundados se esfumen.
Lentamente te entrelazas con la Soledad, como si se tratase de las redes del pescador lanzadas al mar en medio de la noche.

El Silencio es el diálogo reparador e íntimo que estableces con ella y resulta reconfortante. No estás solo.


No hablo de "entretener" a la soledad o de matarla como sea. Yo le doy la bienvenida, la abrazo. Quiero aprender de ella. Ha traído consigo la quietud y la reflexión. Me enseña a aceptarme y deshacerme dce falsas imágenes de mi misma. Me está enseñando a ser más observadora, me enseña a disfrutar más de las pequeñas cosas.


No hay comentarios: