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24 enero, 2007

EL RESENTIMIENTO

Te has parado alguna vez a pensar sobre el resentimiento? Es una energía densa pero muy sutil que se esconde y disfraza con mucha facilidad pero que hace un trabajo silencioso en el corazón; ocupando un sitio importante en él; enfermándolo.

A la que te descuidas, el resentimiento se posiciona con fuerza y no te permite ver con claridad. Es realmente el enemigo más fuerte del Amor, de la Alegría... de la paz interior.

A veces estamos convencidos que nosotros no tenemos ningún problema con nadie. Que todo en nosotros está en orden y en paz... hasta que, ay!, de pronto viene el recuerdo de alguna situación antigua no resuelta: solamente la habíamos tapado, pero ahí está en nuestro corazón, presionando, y ahora vuelve a abrirse la herida.

Durante mucho tiempo yo daba por sentado que los demás tenían que saber lo que yo esperaba de ellos, sin pedirlo. Esperaba que me diesen esto y aquello. Me parecía natural que me tratasen como yo esperaba que tenía que ser, sin que yo tuviese que expresarme. Daba por sentado que el otro tenía que saber cómo soy y lo que espero de los demás. Tenían que darse cuenta de lo que me gusta o disgusta. Debían adelantarse a complacer mis deseos... Eso me parecía que era lo normal.

Y ahí está el gran error. Porque al no cumplirse nuestras expectativas viene seguidamente la desilusión, la decepción, la frustración. El reprimir el reproche que haríamos nubla las relaciones. El resentimiento mudo que se guarda en el corazón debilita y enferma el amor hacia los demás... y en nosotros mismos se va formando una costra en el corazón.

Descubrir esto me ha revuelto el alma. Me ha obligado y empujado a VERME y reconocer partes de mí que han estado hasta ahora en la sombra: el resentimiento, que estaba tan escondido y disfrazado que no lo veía... Me siento mucho mejor ahora, más ligera.

Cada situación en la vida encierra una lección.

18 enero, 2007

La Mente - La capacidad de ampliar nuestro sentir

Buscamos la solución a todos nuestros problemas a través del pensamiento, sin embargo, precisamos de otros medios para llegar a nuestra realidad interior.

La capacidad de razonar está bien para manejarnos en el mundo exterior pero la Mente tiene distintos niveles que nos pueden ayudar a profundizar en nuestro ser esencial, en lugar de que suponga un obstáculo como muchas veces ocurre.

La mente, en su nivel más básico, está llena de prejuicios. Está condicionada y los miedos la limitan y cuando queremos ahondar en algo nos encontramos con la barrera de los hábitos mentales: no logramos concentrarnos.

Las otras actuaciones de la Mente son la intuición, la percepción y la sensación. Nos beneficiamos de ello justamente cuando la mente deja de actuar y penetra nuestro foco mental en niveles superiores .

En lugar de estar perdido en tus pensamientos, cuando estás despierto te reconoces como la conciencia que hay detrás de ellos. En lugar de que los pensamientos tomen el control de nuestra vida, el pensar se convierte en el servidor de la Conciencia.

Falta un adiestramiento en el manejo de nuestras facultades mentales. Cualquier momento es bueno para empezar.

14 enero, 2007

2007

Seguramente a ti tambien se te ha ocurrido la idea de que la Mente funciona como un Ordenador y de que tenemos el poder de programarnos y ELEGIR. Pero, por supuesto, primero tenemos que entender y aprender cómo funciona el aparato (la Mente).

Podemos ELIMINAR, BORRAR, CONFIGURAR... para luego, con firmeza y voluntad DISENAR "la página" de nuestra vida.

Quieres que haya cambios en tu vida. Quieres que las cosas te vayan mejor. Presientes que ha llegado el momento de tomar las riendas de tu existencia: hacerte responsable de tu felicidad o desdichas, de tus éxitos y fracasos. Sientes es el momento de ser responsable ... y esa actitud fortalece tu identidad.

Soy el mejor constructor de mi felicidad. Ya no puedo delegar en nadie lo que sólo me pertenece a mí. Ya no hay vuelta atrás, ahora es el único momento válido. Mi presente está ante mí para vivirlo plenamente.

2007 ha llegado. Recórrelo con esperanza y alegría. Con aceptación pero también con el coraje del guerrero espiritual.

Paz y Amor