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22 junio, 2011

Mis experiencias

Llevo ya tres años bajo la guía de un maestro yogui haciendo meditación y unos ejercicios de yoga muy específicos para acrecentar la energía espiritual y realmente es el mayor regalo que he recibido hasta hoy y esto no quiere decir que todo lo anterior no fuese necesario para llegar al punto de reconocer al maestro y comenzar una nueva etapa.

Después de pasar muchísimos años con unas obligaciones "espirituales" muy rígidas me dí cuenta un día que la espiritualidad no tiene porque estar ligada a una religión, la oración no tiene que ser una concreta de una religión. Sí hace falta una disciplina al principio, un aprender a concentrarse y saber manejar las energías que contiene una oración cuando es pronunciada desde el corazón... si no, terminamos cayendo en la rutina y automatismo y solo estamos perdiendo el tiempo.

Hasta el respirar lo tenemos que hacer de forma consciente, cada acto. Lo que quiero decir es que, rezar me parece magnífico y es de gran ayuda mientras lo hagamos desde el corazón, no por obligación o esperando un resultado; al rezar, lo que estamos haciendo es conectar nuestra energía (nuestro ser) con las energías elevadas y sanadoras del cosmos. Hay que aprender a fluir...

A mí el Reiki me dio ese despertar de la Conciencia y luego me enseñó cómo manejar la energía que soy, limpiarla, regenerarla, manejarla, multiplicarla...
Y luego pasas a un nivel superior desarrollando el sexto sentido: el Conocimiento Intuitivo. Desarrollando la mente... teniendo una comprensión más profunda que te lleva a vivenciar eso de "somos Uno".

Sólo hay que seguir un método para cambiar hábitos, deshacernos de patrones inútiles, sanar las heridas de viejos traumas, vaciarnos de conceptos y condicionamientos adquiridos. Y, ya ves, cómo somos los seres humanos, sólo nos ponemos en ello cuando hemos tocado fondo, cuando nos estamos ahogando en medio de un mar de conflictos y miserias... y encima damos gracias a Dios porque significa EL DESPERTAR, ...

Mantente conectado con las energías superiores; conecta tu corazón, a través de la oración, con las energías espirituales para poder trascender este plano material. Es lo único que cabe hacer; encontrar el sentido que tiene la vida, tener un propósito de vida superior, que no es ningún otro que ser feliz y estar en paz con uno mismo, actuando correctamente, viviendo de forma consciente de que somos simplemente puntos de Luz en el Universo ...

Dedica diez o veinticinco minutos a estar contigo mismo en silencio, parar la mente es muy difícil, simplemente al principio hay que dejar pasar los pensamientos y ellos se van aquietando, respirar suave, conscientemente, desde el ombligo que es nuestro centro y desde donde se crea la energía vital... (sin energía vital la mente se vuelve muy débil y perezosa).

Este el primer ejercicio para crear; disciplina, quietud, silencio y equilibrio interior y así poder conectar mente y corazón.. si cada uno va por su lado es cuando hay conflicto: el corazón dice una cosa y la mente otra o la mente hace una cosa y el corazón queda encogido y a disgusto... Para vivir en paz los dos deben funcionar sincronizados.

Pero sobre todo, tener clara nuestra intención y propósito: la aceptación de uno mismo y el deseo de vivir desde la autenticidad.

1 comentario:

Karma dijo...

Te agradezco enormemente que hayas compartido tu experiencia. Has escrito cosas de las que debía darme cuenta de nuevo; necesitaba recordarlas y ser consciente de ellas de nuevo. A veces, lo importante es tan simple que se pierde de vista y lo olvidamos.

Gracias de corazón, un abrazo y felicidades por tu desarrollo y por haber encontrado tu camino hacia el despertar.