Las viejas formas se están colapsando. Todos hablamos de "crisis" y tenemos miedos... como los niños asustados en la noche por la idea de los fantasmas. Son miedos vagos e imprecisos que añade la mente a nuestros problemas cotidianos y no sabemos afrontarlos ni frenarlos. Se hacen más grandes cuanta más realidad les demos ... los fantasmas se han apoderado de nosotros y ya "la crisis" no es tan sólo económica a nivel global sino que tenemos crisis en nuestras relaciones personales y con nosotros mismos...
Ahora podemos comprobar por propia experiencia que la Ley de Causa y Efecto es totalmente real. Tarde o temprano nos pasa factura. Si nos habíamos abandonado a nosotros mismos sin alimentar nuestro interior, indiferentes e irresponsables en el cuidado y alimento de nuestra alma -que es la que nos sostiene y guía-. Desatendido nuestro cuerpo mental y emocional. Sin desarrollar nuestras capacidades. Sin ser agradecidos a la Madre Tierra, muy al contrario, desde la soberbia; humillándola, ultrajándola...
Pues bien, ahora recogemos lo que sembramos. Hagamos lectura de todo ello, recapitulemos. Las crisis son oportunidades para aprender, limpiar, rehacer y mejorar.
Vamos a encender la Luz en nuestro interior...
Mejoremos nuestra actitud mental y desarrollemos el sentido común.
Creemos una disposición de ánimo más decidida y entusiasta.
Conectémonos con nuestro corazón y escuchemos nuestra voz interior.
Estábamos apoltronados en la inercia de una vida materialista facilonga. Ahora no toca la queja y el victivismo o echarle la culpa al otro.
Ahora toca despertar.
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