Cuando nos deshacemos del amor propio todo alrededor se vuelve amable por sí mismo...
Y es que el amor propio te recubre de mal humor cuando no se te pide permiso, por lo más insignificante, pero para tí es IMPORTANTE porque lo reconoces como "MIO".
El amor propio te hace exigir de forma arbitraria lo que se te daría buenamente si tuvieses paciencia de seguir los ritmos naturales de la empatía.
El amor propio te hace reclamar y estar en guardia desde tu postura intransigente y rígida del "yo-mio-mi"...
El amor propio salta y reacciona cuando hay acumulada rabia -en realidad contra tí mismo- pero busca descargarse contra cualquiera.
1 comentario:
Bien temprano esta mañana he experimentado ese amor propio que salta todo digno él, queriendo que se le tenga en cuenta, dándose de importante y queriendo que el mundo gire a su antojo...pero qué pequeña es tu visión orgullito mío; que rígida es tu postura. Pero ya te voy conociéndo y como a mis nenes cuando cogen pataletas, te siento en mi regazo y te canto una canción, que eso siempre amansa a las fieras.
Publicar un comentario