Los dos nos miramos con una complicidad contenida en el tiempo pero que viajaba más allá del espacio físico.
Diálogo de sonrisas sin que la voz interrumpiese el decir de nuestras almas, tan acontumbradas al silencio pero también a la sutil brisa del brillo de una mirada.
Revuelo de sentimientos como cuando levantan el vuelo al unísono una bandada de flamencos en una charca... al atardecer...
Volver atrás 25 años, en un instante. Estar al mismo tiempo en el pasado y en el presente. Revivir el sentir de la juventud en la madurez y fusionar la nostalgia y la alegria, el amor y la ilusión.
Poder llorar, por fin, al percibir se puede fusionar también el Cielo y la Tierra, y en ese punto; transformarse en paz, en aceptación, en Amor.
A las personas queridas las guardamos en el corazón, donde se mantiene intacto el recuerdo de todo lo bueno que nos han dado. El corazón es la cueva sagrada y mágica donde depositamos nuestros tesoros. El poder de la magia mantiene viva por siempre la llama del Amor; puro por siempre, para quien siente vive en la eternidad.
Feliz Año Nuevo para todos los que estais en mi corazon...
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