Soltar... Reaccionar
Somos energía. Nuestros Centros Energéticos se encargan de tomar energía del exterior y expandirla por nuestro interior.
Nuestra personalidad también se alimenta de la energía vital que recorre nuestro cuerpo.
Pero nuestra sensibilidad es tal que las energías se bloquean o desequilibran con la más mínima desestabilización emocional.
Si nuestra identidad no está afianzada, la vulnerabilidad hará tambalearnos emocionalmente.
Si no trabajamos nuestro interior para que se mantenga armónicamente firme, nuestros centros energéticos no actuarán correctamente como filtros de todas las energías que se mueven externamente y que nos afectan, entonces, irremediablemente.
Es cuestión de elegir: Aprendemos a descargar y soltar las energías que no nos favorecen. Las energías densas que nos sujetan a un nivel bajo de frecuencias y que nos hace sentir mal con nosotros mismos... perdiendo la voluntad... entrando en la apatía... los miedos...
Al soltar las emociones que nos perjudican, nos liberamos.
Si reaccionamos, entramos en el juego y estamos alimentando esas energías bajas: Los enfados, los celos y envidias... si reaccionamos devolviendo al otro energía basura "¡pues tú más!"... entramos en un círculo vicioso de sufrimiento.
Tú eliges. Eres responsable de tí mismo. Eres el constructor de tu felicidad, de tu paz interior.
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