Páginas

24 enero, 2007

EL RESENTIMIENTO

Te has parado alguna vez a pensar sobre el resentimiento? Es una energía densa pero muy sutil que se esconde y disfraza con mucha facilidad pero que hace un trabajo silencioso en el corazón; ocupando un sitio importante en él; enfermándolo.

A la que te descuidas, el resentimiento se posiciona con fuerza y no te permite ver con claridad. Es realmente el enemigo más fuerte del Amor, de la Alegría... de la paz interior.

A veces estamos convencidos que nosotros no tenemos ningún problema con nadie. Que todo en nosotros está en orden y en paz... hasta que, ay!, de pronto viene el recuerdo de alguna situación antigua no resuelta: solamente la habíamos tapado, pero ahí está en nuestro corazón, presionando, y ahora vuelve a abrirse la herida.

Durante mucho tiempo yo daba por sentado que los demás tenían que saber lo que yo esperaba de ellos, sin pedirlo. Esperaba que me diesen esto y aquello. Me parecía natural que me tratasen como yo esperaba que tenía que ser, sin que yo tuviese que expresarme. Daba por sentado que el otro tenía que saber cómo soy y lo que espero de los demás. Tenían que darse cuenta de lo que me gusta o disgusta. Debían adelantarse a complacer mis deseos... Eso me parecía que era lo normal.

Y ahí está el gran error. Porque al no cumplirse nuestras expectativas viene seguidamente la desilusión, la decepción, la frustración. El reprimir el reproche que haríamos nubla las relaciones. El resentimiento mudo que se guarda en el corazón debilita y enferma el amor hacia los demás... y en nosotros mismos se va formando una costra en el corazón.

Descubrir esto me ha revuelto el alma. Me ha obligado y empujado a VERME y reconocer partes de mí que han estado hasta ahora en la sombra: el resentimiento, que estaba tan escondido y disfrazado que no lo veía... Me siento mucho mejor ahora, más ligera.

Cada situación en la vida encierra una lección.

No hay comentarios: