El éxito y la felicidad en nuestra vida no depende de nada externo -por muchas desgracias que nos sucedan- si no, cómo decidimos vivir, qué ACTITUD empleamos ante la vida. Esta es la libertad que tenemos: elegimos ser víctimas, verdugos, humanitarios...
El Amor es la única energía que nos ayuda a trascender los planos y niveles más mundanos para elevar nuestra frecuencia hacia un estado de Conciencia Superior donde conectamos con nuestra parte divina.
Al despertar la Conciencia, lo que hacemos es ampliar el terreno de acción en nosotros mismos y sentimos cómo crece, ilimitadamente, nuestro horizonte como ser multidimensional.

De la individualidad, he pasado gradualmente a sentir mi multidimensionalidad.
De la creencia he pasado a la confianza absoluta.
De vivir separada, a experimentar la Unicidad.
De ser dependiente de mi yo, a SER parte del Todo-Amor Infinito y Eterno.
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