LA VOLUNTAD // LA DEPENDENCIA

El ser humano conforma un todo en relación y comunión con el cosmos. Debemos buscar la armonización y sincronización del cuerpo, la mente y el alma con la elevación espiritual para lograr el estado perfecto de felicidad en nuestro interior.

Somos energía y las Energías Superiores nos atraen hacia ellas y nos inspiran a desarrollar los valores y sentimientos superiores en nosotros.

Se trata de cruzar el nivel desde donde nos movemos por el instinto y la pasión a elevarnos para fluir con la intuición y la percepción más allá de los cinco sentidos, llevándonos a experimentar el estado real de paz con uno mismo.

Las Energías Superiores nos ayudan a vivir de adentro hacia afuera; desde la riqueza espiritual de nuestro universo interior hacia el exterior del mundo material.

Si se pierde esta percepción y conexión con estas Energías Superiores que nos dan la cualidad y calidad como seres humanos, se comienza a perder la DIGNIDAD, que es mucho más que el amor propio. La Dignidad es la excelencia de nuestro ser esencial. Perder la Dignidad; malvender la riqueza y legado de nuestra persona, por una falsa “felicidad” efímera, es señal de una nula autoestima e ignorancia del potencial que poseemos.

Las Fuerzas del Mal son energías que utilizan la sutileza y la maña para adentrarse y apoderarse de la voluntad de uno. Las Fuerzas del Mal se cuelan por las rendijas de las acciones inconscientes y temerarias, fuera de la Razón. Las Energías del Mal adulan el amor propio y estimulan las conductas permisivas, haciendo permeable la Voluntad.

¿Y qué es la Voluntad? La Voluntad es la capacidad y potencia del Alma para hacer o negarse a hacer una cosa. La forma en que las energías densas y oscuras del mal trabajan es debilitando cada vez más, la libre determinación de la persona.

Son, el alcohol y las drogas blandas, las que matan las energías Superiores en la persona, de manera sutil y gradual. El alcohol y las drogas paralizan y entierran el posible despertar de la Conciencia, encargada de impulsarnos en nuestra evolución como seres humanos.

Las drogas, incluidas el hachis, marihuana y otras drogas llamadas blandas, van minando, de manera inapreciable al principio, la Voluntad. El “a mi no me va a pasar”, “yo controlo”, son frases comunes entre los jóvenes que comienzan a probarla esporádicamente y que terminan “enganchándolos”. Las drogas blandas se apoderan de la Voluntad de la persona sin que ésta se de cuenta. Y sin Voluntad ni control de la Mente, sin Conciencia… el ser humano pierde su dignidad y se convierte en un infeliz.

La Voluntad va ligada a la Conciencia de SER. Si se pierde esta percepción y Saber y esta Energía Superior, que nos da la cualidad y calidad como seres humanos, se malogran el poder de Discernimiento, la Conciencia de Integridad y Dignidad, como parte intrínseca del Ser.