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24 junio, 2010

Cuándo habla la Mente y cuándo habla el Corazón


La Mente parlotea, se entretiene en florituras y fantasías. Calcula los términos y la voz para causar impresión. Pero también, la Mente se dispersa con facilidad y -en su nivel inferior- produce engaño y distorsión, apoyada por el Ego.

El Alma -que habita en el Corazón- manda mensajes muy claros. El Corazón es preciso y contundente. Avisa. Guía. Clarifica. La Intuición le da sonoridad y fuerza.

La Mente nunca actúa sola; la alimentan las pasiones. La sustentan el juzgar, criticar, comparar, rivalizar... perdiendo así el control sobre sí misma con facilidad, sin saber cómo recuperar la calma. Los pensamientos, en el peor de los casos, no la dejan en paz ni un momento.

Cuando se le pide que actúe está tan agotada, tan confusa, que sus razonamientos y sus conclusiones están cargadas de emociones negativas que son inciertas y dudosas.

El Corazón, cuando está vacío de emociones como el odio, celos, envidia, etc. está receptivo y preparado para dar respuestas desde la Fuente (la Verdad que está depositada en cada uno de nosotros).

La Mente REACCIONA por impulsos instintivos y el Corazón ACTÚA siguiendo el Intuición.

¿Qué podemos hacer para vivir desde el Corazón? MEDITAR, REZAR... IR A NUESTRO INTERIOR. VIVIR DE DENTRO HACIA AFUERA...

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