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20 octubre, 2010

Un Dios a nuestra medida


Hemos hecho a "Dios" a nuestra medida de imaginación, sentir y comprensión. Pero la relación con lo que llamamos Dios es ineficaz si se hace desde el plano mental, porque nuestra mente es limitada... desde la Razón no podemos alcanzar lo que está más allá de ella.

Para mí Dios es la Energía Cósmica del Amor Incondicional; la energía más poderosa. Y como entiendo que todo lo vivo es energía, puedo percibirLe en mí y en todo.

A partir de esa comprensión que me da el experimentarLe en mí y sentir cómo las energías me afectan; física, mental y emocionalmente, procuro elegir todo lo que me proporciona buena energía (en alimentación, personas, pensamientos...) e ir desechando todo lo inútil que las densifica.

La oración, la meditación, los pensamientos de buena voluntad... todo ello purifica mi ser energético y me conecta con la Energía Cósmica. Es entonces cuando la vida empieza a tener color y sentido... y nosotros mismos comenzamos a entender nuestro propósito de vida...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Asi es Maestra.NAMASTE.