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01 diciembre, 2010

LA FALSA ILUSIÓN


La Mente puede utilizar en nuestra contra las mismas herramientas que usamos para intentar ponerla a nuestro servicio.

En las prácticas espirituales, por ejemplo, la mente se disfraza de humildad cuando en realidad esconde una vanidad ávida de reconocimiento. La Mente puede simular entrega, devoción -y tú creertelo- y en realidad te está engañando y dándote los pensamientos que conforten y alimenten tu ego.

A la Mente, para darle caza, debemos utilizar sencillas observaciones y respondernos sinceramente a cuestiones como:

1) ¿Cuánto tiempo me dedico a mi mismo y cuánto a mi familia, mis amigos, la gente necesitada?
2) ¿Cómo es mi trato con cada uno de los miembros de mi familia?
3) ¿Soy agradecido, lo expreso?

Es nuestro Corazón el que manifiesta nuestro grado de amor, compasión y nuestra calidad humana. La Mente y el amor propio se niegan a reconocer su pequeñez y su insignificancia; se resisten a fundirse con el UNO.

La falsa ilusión nos separa de la Realidad Absoluta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho su sitio. Excelente contenido. Por favor siga publicando cotent tan profunda.