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04 marzo, 2007

Revisar nuestro interior

Quien tenga dudas que no se aventure a cruzar el desierto.



Quien vive en la duda, preguntando a los demás continuamente, siente en su mente un desasosiego que no le permite escuchar las respuestas o consejos. Porque ninguna respuesta le parece conveniente: su estado es el de la DUDA y no sabe salir de él. Vive en conflicto consigo mismo. El problema no está fuera. No se trata de algo concreto o material sino de algo profundo dentro de la persona.



No busca el consejo sino el reconocimiento; que se le preste atención.


Si alimenta esa actitud, inconscientemente, le llevará al victivismo, a la verborrea. Piensa que nadie le entiende. Desconfía en el fondo de los demás.




Se vive en una agitación y crispación interior que somos incapaces de detener.

Si dejamos a la Mente sin control es capaz de llevarnos al mismísimo infierno.

Llevemos Luz a nuestro Ser.

Debemos repasar -como quien revisa su coche antes de salir de viaje- nuestra actitud mental, nuestra disposición interior. Deberíamos revisar nuestra postura básica ante la vida.

Renovar nuestras fuerzas mentales, físicas y afectivas hacia el objetivo que queremos alcanzar en nosotros mismos. Todo esto no es más que "medicina preventiva". Ocuparnos de nosotros mismos antes de que los problemas de angustia, conflicto, cualquier desequilibrio emocional, sea ya tan grande que por nosotros mismos nos resulta imposible resolver.

Hagamos una puesta a punto en nuestro interior frecuentemente.

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