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05 diciembre, 2007

La inutilidad del apego

Si formamos en nosotros el buen hábito de observarnos en las sensaciones y reacciones que experimentamos cotidianamente, podremos conseguir, paulatinamente, el ser observadores desapasionados ante cualquier situación, sin que se produzca una reacción desfavorable. Y si surgiese, hacer que desaparezca inmediatamente, sin dejar huella.



Lograr este desapego hace que la mente se reprograme a sí misma, pasando a actuar a un nivel superior de plena Conciencia en lugar de reaccionar AUTOMATICAMENTE frente a los acontecimientos.




La clave está en aprender a no dejarse llevar por los impulsos y reacciones en función de sensaciones corporales sino que sea la Conciencia (el Alma) la que trascienda la inutilidad de lo efímero y nos lleve a experimentar la Realidad sutil del estado de felicidad y paz interior.
Este esfuerzo de re-educación de nosotros mismos, que nos hace responsables de nuestro viaje evolutivo, aunque al principio los logros sean pequeños, sabremos que el proceso de purificación se ha puesto en marcha. Y así, poco a poco, en ese trabajo de construcción de nosotros mismos, conseguiremos finalmente erradicar el viejo hábito de reaccionar motivados por el Ego y la mente permanecerá siempre en un estado de paz y equilibrio emocional.
Esta es la forma efectiva de anular el sufrimiento en nuestras vidas.

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