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27 noviembre, 2006

cuestión de elección

Soltar... Reaccionar

Somos energía. Nuestros Centros Energéticos se encargan de tomar energía del exterior y expandirla por nuestro interior.

Nuestra personalidad también se alimenta de la energía vital que recorre nuestro cuerpo.
Pero nuestra sensibilidad es tal que las energías se bloquean o desequilibran con la más mínima desestabilización emocional.

Si nuestra identidad no está afianzada, la vulnerabilidad hará tambalearnos emocionalmente.

Si no trabajamos nuestro interior para que se mantenga armónicamente firme, nuestros centros energéticos no actuarán correctamente como filtros de todas las energías que se mueven externamente y que nos afectan, entonces, irremediablemente.

Es cuestión de elegir: Aprendemos a descargar y soltar las energías que no nos favorecen. Las energías densas que nos sujetan a un nivel bajo de frecuencias y que nos hace sentir mal con nosotros mismos... perdiendo la voluntad... entrando en la apatía... los miedos...

Al soltar las emociones que nos perjudican, nos liberamos.

Si reaccionamos, entramos en el juego y estamos alimentando esas energías bajas: Los enfados, los celos y envidias... si reaccionamos devolviendo al otro energía basura "¡pues tú más!"... entramos en un círculo vicioso de sufrimiento.

Tú eliges. Eres responsable de tí mismo. Eres el constructor de tu felicidad, de tu paz interior.

13 noviembre, 2006

La liberación es encontrarse a sí mismo.

Existen tres barreras que nos separan de la liberación de nuestro ser:

EL MIEDO, EL AUTO-ENGAÑO , CLAUDICAR.

Cruzar estas tres barreras supone la libertad de nuestra esencia. Significa abrazar nuestra alma, entrar en contacto con nuestra parte divina.

El miedo nos frena para abrirnos a nuevas experiencias y descubrir nuestro potencial.

El auto-engaño es peligroso, se trata de una postura ante la vida y ante uno mismo tremendamente castradora y cobarde.

La resignación: La actitud de negar a nuestra alma la libertad que necesita para elevarse y expandirse es claudicar y rendirse antes de emprender cualquier acción que nos permita evolucionar a través de EXPERIMENTAR.

09 noviembre, 2006

Cuando habla la mente y cuando habla el corazón

La mente parlotea, se entretiene en florituras y se recrea en las fantasías. Se dispersa con facilidad y se engaña a sí misma normalmente influenciada por el Ego, de la que es gran amiga. En ocasiones, cae en trampas mortales o se mete en callejones sin salida.

Pero el corazón manda mensajes muy claros. Es preciso y contundente. Avisa. Guía. Clarifica. La Intuición le da sonoridad y fuerza.

La mente nunca actua sola. Sin descanso es envuelta por todas las pasiones que parece le animan y alimentan sin cesar. Juzga, critica, compara, rivaliza, entra en absurdos paranoicos y pierde el control sobre sí misma con facilidad; no sabe estar en calma, en quietud.

Cuando se le pide que actue está tan agotada, tan confusa, que sus razonamientos y las conclusiones que dason normalmente inexactas y están cargadas de emociones y sentimientos negativos y sus juicios son temerarios. La mente sin equilibrio (y no digo desequilibrada sino sin armonía acción-descanso) actúa por impulsos instintivos (impulsivamente).

El corazón vacío de energías negativas o densas, como el odio, venganza, envidia, celos, rencor... está receptivo y preparado para dar respuestas desde la Fuente (la Verdad Inalterable y Absoluta que está depositada en cada uno de nosotros).



07 noviembre, 2006

REIKI

El Reiki representa un Camino de Comprensión de uno mismo a través de la fusión de la Energía Universal y las energías vitales que dan vida al ser humano.

Esa comprensión armoniza nuestro ser en todos sus niveles y al revés:
La armonización de los Centros Energéticos le lleva a uno a la comprensión de sí mismo y la Verdad Absoluta.

En ambos casos ese EQUILIBRIO es el que proporciona salud física, mental y emocional y por tanto:
La FELICIDAD que se percibe es el gozo de sentirse parte de toda la creación.

La PAZ que se percibe es el sosiego de sentirse presente como parte indivisible de la Divinidad.

La SERENIDAD que se percibe se manifiesta al sentir la conexión de nuestro espíritu, afirmándose nuestra real identidad con el Todo.