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28 diciembre, 2010

Dar un salto en la percepción: SENTIR Y VISUALIZAR

Siéntate cómodamente y cierra los ojos. Presta atención a tu respiración abdominal, suave y profunda. Inhala y exhala suavemente mientras la mente pasa a un segundo plano y se va aquietando poco a poco.

Visualiza o imagina te rodea una luz del color que más te guste. Siente cómo te envuelve.

Permite que actúe como una luz regeneradora que va eliminando tu dolor emocional.

Permítete reconocer tus necesidades de ser amado/a y abraza esa necesidad con tu propio amor.

Deja que ese amor crezca y madure en tí. Deja que actúe en tí las Fuerzas de planos superiores.

Siente, desde lo más profundo de tu corazón, ese amor y di. "Yo Soy la presencia que permite que la existencia sea".

Inhala suave y profundamente. Siente ese estado vibracional de Amor. Permanece en ese estado. Amplifica esa visión y sentimiento... y ahora vuelve a esta realidad fortalecido.

17 diciembre, 2010

No soy mi mente.


Lo experimentamos todo a través de la mente... Los 5 sentidos pasando por el filtro de la mente: amando desde la mente, viviendo y sintiendo desde la mente y mientras, el corazón, guardado bajo siete llaves...

Eso conlleva estrés, ansiedad, angustia porque vivimos desde la expectativa. Toda nuestra vida bajo cálculos mentales, nunca desde la espontaneidad. Nos incentiva exclusivamente el dinero, el éxito. Nos asusta el qué dirán, nos bloquea el miedo a no dar la talla...

Los miedos mueven la maquinaria de la mente. Y desde la inseguridad que crea, sentimos la necesidad de fortalecer nuestro estatus desde la competencia y la rivalidad. Y cómo liberarnos del dominio de la mente. Cómo deshacernos de ese diálogo mental exacerbado que no tiene fin y que parece horadar el cerebro.

Controlando la respiración. Desde la respiración consciente centramos las energías dispersas, nos concentramos, relajamos el cuerpo y hacemos que la mente pase a un segundo plano y se vayan aquietando los pensamientos.

"No soy mi mente. Tengo una mente".

A partir de ahí, adéntrate en tu universo interior, fúndete en el Silencio, trasciende el plano físico y conecta con tu alma... estás en meditación...

15 diciembre, 2010

La Mente como enemiga


El Ego, que tiene su casa en la Mente, grita, patalea, se siente víctima, amenaza, saca la espada de su orgullo herido, arremete contra todo temiendo perder el control de su poder. Llora y se lamenta, se siente desgraciado y humillado...
Mientras, la Conciencia, observa desde la calma a ese personaje fatuo y engreido que se siente más importante que el mundo entero.

La Conciencia es paciente pero firme. Es compasiva pero no tolera la mentira y la hipocresía. Por mérito propio reside en esferas superiores y solo acude cuando la mente la llama pidiéndole ayuda y le cede el lugar privilegiado que merece y desde donde puede actuar, apasiguando a la mente angustiada.

En la Mente viven los miedos, la fantasía, la duda y la ambición. La Conciencia se abre paso a través de todas estas energías de pensamientos negativos para dar LUZ y despejarla de tensiones y todo lo que la oprime.

La Mente, cuando no se desarrolla, se mueve de forma descontrolada y conflictiva. Podemos desarrollarla y ponerla a nuestro servicio cuando, sintonizada con la Conciencia, fluyen en armonía y nos ayuda en nuestra evolución.

13 diciembre, 2010

EXPERIENCIA DE VIAJE ASTRAL


Fue en una sesión de Terapia Regresiva cuando tuve una experiencia totalmente inesperada de viaje astral. En realidad se trataba de unas prácticas entre los alumnos que nos estábamos preparando como terapeutas en este campo, así que no habían expectativas de que ocurriesen grandes cosas teniendo en cuenta nuestra poca experiencia.

Me tocaba hacer de paciente y otro compañero, como terapeuta, comenzó a hablarme con voz sugerente para llevarme a un estado de relajación profunda. No sé en qué momento fue pero, en una décima de segundo, hubo una explosión en mi mente y en mí sucedió un desdoblamiento; por un lado era observadora y por otro era protagonista de una vivencia asombrosa...

... salí de mi cuerpo como una bala hacia arriba y, como dije, al mismo tiempo que sentía la tremenda velocidad y fuerza de salir disparada hacia el firmamento, mi "Yo" observaba cómo me alejaba directa al espacio.

Una vez "arriba", en el azul celeste, de una inmensa nube se asomaron unos rayos de Luz, tan poderosa, que supe era el mismisimo Dios.

Me quedé sin aire debido a la impactante energía que me llegaba y su Fuerza era casi imposible soportar. Temí que mi corazón fuese a explotar de un momento a otro. Me tendí cuan larga era, suspendida en el espacio, delante de esos rayos de Luz -de esa Energía- rindiéndome a Su Poder. Y me envolvió Su inmenso Amor.

La experiencia es inenarrable, los sentimientos, la misma vivencia, fue demoledora; se creó un antes y un después en mi vida, que luego lentamente fui integrando en mí. Quiero decir que, el hecho de vislumbrar la "Realidad" y de experimentar eso que está más allá de la Lógica, ya no quieres más estar en este plano material y denso y te quedas tan anonadada que la mente se bloquea mientras tu alma busca quedarse en la ensoñación de lo vivido en lugar de volver a este mundo.

Una cosa es segura: no hay vuelta atrás. Las experiencias nos van transformando y nos ayudan a avanzar en entendimiento. Cada vez estamos con una mente más abierta, más flexibles y con menos resistencias y eso nos permite fluir de forma sincronizada con las energías del Universo.

01 diciembre, 2010

LA FALSA ILUSIÓN


La Mente puede utilizar en nuestra contra las mismas herramientas que usamos para intentar ponerla a nuestro servicio.

En las prácticas espirituales, por ejemplo, la mente se disfraza de humildad cuando en realidad esconde una vanidad ávida de reconocimiento. La Mente puede simular entrega, devoción -y tú creertelo- y en realidad te está engañando y dándote los pensamientos que conforten y alimenten tu ego.

A la Mente, para darle caza, debemos utilizar sencillas observaciones y respondernos sinceramente a cuestiones como:

1) ¿Cuánto tiempo me dedico a mi mismo y cuánto a mi familia, mis amigos, la gente necesitada?
2) ¿Cómo es mi trato con cada uno de los miembros de mi familia?
3) ¿Soy agradecido, lo expreso?

Es nuestro Corazón el que manifiesta nuestro grado de amor, compasión y nuestra calidad humana. La Mente y el amor propio se niegan a reconocer su pequeñez y su insignificancia; se resisten a fundirse con el UNO.

La falsa ilusión nos separa de la Realidad Absoluta.