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31 julio, 2007

VOLAR UNA COMETA

Volar una cometa es un claro ejemplo de cómo funcionan dos fuerzas opuestas -qu gracias a su equilibrio- consiguen el objetivo de mantener en el aire la cometa, tanto tiempo y tan alto como uno quiera... si tiene destreza para ello... paciencia y anhelo.

Debe existir viento, que actúa como fuerza o corriente de "repulsión" y otra fuerza "atrayente" que es tu mano que la sujeta y dirige con un hilo.

Tu mano y el hilo, que habilmente sueltas o tiras de él, controla la cometa que en principio está inerte y luego toma vida cuando consigues fluya con el viento. Tiene que existir esa fluidez, esa flexibilidad e inteligencia. Ese dominio lo consigues con tu atenta observación del viento.

La mente puede jugarnos malas pasadas. Tu sólo estate atento al viento, concentrado en este momento, si no quieres que tu cometa se caiga.
Es la aceptación de vivir el momento presente incondicionalmente y sin reservas cuando logras FLUIR EN ÉL... igual que tu cometa. Sin rígidas expectativas.
¿Has echado a volar alguna vez una cometa? Al principio se RESISTE y surge una lucha agotadora... pero cuando consigues dominarla y ya la llevas bien alto... cuando se rinde y se deja llevar por el viento -suspendida en el aire pero unida por un hilo a tí- entonces es maravilloso.
La resistencia viene de la Mente y la rendición del Alma. Cuando conseguimos acabar con la resistencia de la Mente y nuestra Alma se rinde, es entonces cuando conseguimos fluir en la vida.

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