"No hay fuego destructivo como el deseo; no hay corrosión como el odio; no hay trampa como la ilusión; no hay corriente impetuosa como la avidez".
Quien dice mentiras, tiene el corazón enfermo. Quien mancilla el nombre de su hermano, vecino o amigo, tiene el corazón enfermo. Quien difama, calumnia y se dedica al chismorreo; tiene el corazón enfermo. Quien envidia, quien es un sinvergüenza y un arrogante; tiene el corazón enfermo.
Sin reflexión, la claridad, de la mente y el corazón, mengua.
Cuando la intención es dudosa y se actúa por intereses escondidos y egoístas, el corazón se enferma.
¿Qué es un corazón enfermo? El que no es capaz de amar y recibir amor.
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