Páginas

09 abril, 2006

Cómo vivir la vida ordinaria de manera extraordinaria

Me propuse conocerme a mí misma pasados los cincuenta años, cuando todo en mí, aparentemente, tenía pintas de haber sido un fracaso total. Decidí curar las heridas y reconstruirme desde cero; siempre he sido del todo o nada. Me di cuenta entonces, para gran asombro mío, de que en realidad la cosa era más grave de lo que yo creía porque, partir de cero, era algo muy abstracto... ¿quién soy? fue la primera pregunta que surgió y pasaron los días sin encontrar respuesta.

Entonces cambié la pregunta por ¿quién quiero ser? y a partir de ahí pude empezar a trabajar.
Lo primero que tuve que poner en marcha fue la Voluntad: no abandonarme.
Segundo: construirme desde los pensamientos positivos. Me impuse la tarea de transformar, inmediatamente, todo pensamiento negativo que me viniese a la mente por otro positivo. Ya sabes, si pensaba "¿por qué me ha tenido que pasar esto a mí?", al darme cuenta me paraba y pensaba (no siempre resultaba fácil cambiar en positivo la frase) "nada es casualidad. Seguro hay una lección que aprender en todo esto".

Al principio fue lento el cambiar éste y otro hábitos, pero poco a poco, fui viendo un avance y eso era un sentimiento de victoria muy bueno para mi baja autoestima de entonces.
Tercero: "Sólo estás vivo los instantes que vives conscientemente". Y yo quiero estar viva en cada instante de mi vida.

La maravilla comienza entonces, cuando descubres -al hacerte responsable de tí mismo- que la vida misma te ofrece oportunidades, ayudas, regalos... que estaban ya ahí probablemente pero que no sabíamos ver y ahora, al despertar la Conciencia de nosotros mismos, nos es más fácil percibirla y leer sus mensajes.

La maravilla de la vida empieza ahí, cuando convertimos la vida ordinaria en vivencias extraordinarias... y nos mostramos agradecidos.

No hay comentarios: