Yo quiero ir a Barcelona desde Granada pero para ir allí no basta que lo desee y vaya por la carretera que me de la gana: tendré que informarme e ir por la carretera correcta que me lleve a esa ciudad.
De una cosa que parece tan simple y creemos que "¡ya lo sé!", surgen los problemas, porque confundimos o invertimos nuestra capacidad mental con la capacidad emocional, o sea, nos regimos por el "yo quiero" y justificamos nuestros deseos sin elaborar ni hacer un´plan de desarrollo de lo que deseamos... y luego vienen los fracasos, las decepciones, las desilusiones y hasta la sorpresa: "¡anda, pero si aquí no es donde yo quería venir!"...
Tenemos que poner la voluntad en una dirección activa sino no hay resultados.
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